¿Cómo definirías el momento actual que vivimos en el país a causa de la pandemia COVID-19?
“5 millones de peruanos no cuentan con un acceso a agua potable segura. Entonces, si se recomienda el poder hacer lavado de manos durante 20 segundos con agua y jabón y no tienes agua ¿Cómo lo vas a hacer? ¿Cómo vas a combatir esta pandemia?”
Este es un momento crucial para la humanidad. Nunca hemos tenido una pandemia de tal magnitud y alcance global. Si bien antes se han suscitado otras crisis de temas epidemiológicos, no con esta envergadura y capacidad de expansión tan rápida. Por el lado del agua tenemos un verdadero reto a enfrentar.
Te dejo un dato interesante: 5 millones de peruanos no cuentan con un acceso a agua potable segura. Entonces, si se recomienda el poder hacer lavado de manos durante 20 segundos con agua y jabón y no tienes agua ¿Cómo lo vas a hacer? ¿Cómo vas a combatir esta pandemia? También está el alcantarillado, y no solamente tiene que ver con la salud sino con la contaminación. Por lo menos 30% los peruanos no cuentan con red alcantarillado. A nivel del sector y considerando su incidencia en la salud, supone un reto grande para Perú y para partes del mundo en donde no hay acceso globalizado a servicios de agua y saneamiento.
¿Qué sabemos actualmente de la supervivencia del virus en el ambiente? De manera más específica ¿Qué sabemos de la supervivencia del virus en el agua?
Se habla mucho de la supervivencia del virus en el agua, en el aire, en el ambiente, en superficies. La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que se ha demostrado que el virus puede vivir hasta 72 horas en plástico y acero inoxidable, 4 horas en superficies de cobre, y en cartón alrededor de 24 horas. Estas superficies pueden ser fácilmente desinfectadas con cloro, lejía y alcohol.
A nivel de agua, la Water Environment Federation (WEF) indica la existencia de estudios que investigaron la persistencia de sustitutos del COVID-19, virus similares que pertenecen a la familia de los coronavirus, los cuales podrían sobrevivir varias horas o días en aguas residuales con ausencia de desinfección. Se han investigado además otros virus similares que pudieron sobrevivir hasta 22 días en las aguas residuales sin desinfección, como el virus de hepatitis de ratón que es muy similar al SarsCov2. Todos estos antecedentes nos dejan indicios de que los virus puedan sobrevivir en aguas y nos invitan a investigar más.
Otro punto relevante para evaluar es como estos virus llegarían a las fuentes de agua ya que las heces no son fuente contaminación. A partir de lo anterior se requeriría entonces que una persona infectada que estornude y esparza los virus, con lo cual la transferencia por esa vía sería más limitada.
Cabe resaltar que la OMS ha indicado que hasta el momento no hay indicios de que virus pueda ser trasmitido por el sistema de agua potable o alcantarillado. Ellos indican que los sistemas convencionales qué tenemos con desinfección con cloro, ozono, radiación UV u otros, son capaces de destruir virus más complejos y bacterias más resistentes. Bajo esa hipótesis el COVID-19 no debería ser un problema para un agua que está correctamente es desinfectada y que pasó por tratamientos adecuados.
¿Consideras que se están enfocando los esfuerzos adecuados, sobretodo a escala nacional, en cuanto a investigar el comportamiento del virus en agua?
Lamentablemente en Perú los esfuerzos que se han hecho para investigar el comportamiento del virus en las aguas han sido casi nulos. Recién hace un mes el Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento (MVCS) informó que se iba a comenzar a evaluar la concentración de trazas de ARN del virus en las aguas residuales tanto de Lima como de Chiclayo. El objetivo es generar información útil para tomar decisiones con el gobierno para verificar qué distritos o lugares pueden ser focos de infección. Si bien no es posible detectar al virus propiamente dicho en agua residual, se detectan trazas de su ARN que pueden ser cuantificadas y así establecer una correlación con la cantidad de infectados en una zona. Tanto las personas enfermas asintomáticas como sintomáticas segregan restos de ARN del virus en sus heces, siendo una evaluación útil para detectar la masa real de gente infectada. Este programa de monitoreo epidemiológico está siendo financiado por la Cooperación Suiza y con asistencia técnica de GIZ. También ha tomado parte el programa de fortalecimiento del sector agua y saneamiento PROAGUA II.
Sin embargo, recordemos que estos proyectos recién se han planteado después de casi 100 días del inicio de la cuarentena, cuando en países como España se iniciaron en marzo. Un ejemplo es la empresa ESAMUR de la región de Murcia, que comenzó con estas pruebas aplicando el método PCR y han logrado compartir información con científicos y con el Estado, sirviendo para evaluar la evolución de la epidemia en hospitales, por ejemplo.
Es importante comentar que este material genético no pasa la etapa de los lodos en aguas residuales (tratamiento secundario biológico), pues queda como alimento para los microorganismos que hacen la depuración. Además, en el agua residual clarificada ya no se detectan trazas luego de la desinfección, lo que indicaría que el sistema de tratamiento depura todo.
¿Cuáles deberían ser los requisitos mínimos concernientes al agua y saneamiento en función al tratamiento/abastecimiento/otros?
En Perú tenemos el reglamento de calidad del agua para consumo humano aprobado por Decreto Supremo No. 031-2010-MINSA, con el Ministerio de Salud como ente rector que fiscaliza a través de la DIGESA y la DIRESA (a nivel regional). En este documento se establecen pautas para la calidad del agua potable y su distribución. En el anexo 1 se especifica el aspecto bacteriológico considerando entre otras cosas coliformes termo tolerantes, huevos, larvas, helmintos, etc., con valores que prácticamente son 0. Con esto se podría indicar que si aparece algún otro virus importante debería estar indicado en la norma.
Además, el COVID-19 es muy sensible a los desinfectantes. Por lo tanto, garantizar una correcta desinfección es fundamental, contando con los implementos mínimos para esta función. El cloro como el parámetro más relevante para regular virus o bacterias, considera tomar en cuenta dos aspectos: que no debe ser menor a 0.5 mg/L y que el ORP (potencial de óxido-reducción), medida que pocos aplican, no sea menor a 650 mV. El último es importante porque así se cumpla la primera regla no implica que el agua tenga el potencial óxido reductor adecuado para desinfectar. Se debe tomar en cuenta este aspecto y evaluarlo en agua potable, aguas residuales y de otros usos como piscinas. Para este último, recordemos los casos de las “almejas come cerebro” que sobrevivían en piscinas no desinfectadas logrando contagiar y causar numerosas muertes, lo cual podría ocurrir con otros tipos de bacterias y virus. La desinfección de aguas es clave.
¿Podemos afirmar que la infraestructura de agua y saneamiento en nuestro país está preparada para garantizar una adecuada higiene y minimizar la propagación del virus?
Hay diversas estadísticas que se publican en las en las páginas oficiales del gobierno. Personalmente, me mantengo un poco dudoso, ya que en base a mi experiencia en el sector de tratamiento de agua de casi 10 años y con la oportunidad de haber viajado a diversos lugares del Perú, considero que la realidad no coincide con las estadísticas.
Solo en Lima, casi el 7% de los 10 millones no cuentan con acceso agua potable segura. Y esto se debe a diversos motivos: crecimiento desordenado, invasiones en zonas no aptas, no hay un plan de desarrollo, informalidad, etc. El agua que compran estas personas suele ser de cisternas o abastecedores y puede llegar a costar de 10 hasta 30 veces más caro que el agua de la red. Nada garantiza que el agua sea segura ya que proviene de pozos informales y no existe una normativa para controlar este abastecimiento. Esto se repite en todo el país, lo cual es crítico porque al no tener agua potable segura, no puedes saber si estás adquiriendo un virus o bacteria, más allá del COVID-19.
“Es necesario apostar por la tecnología y la innovación, por lo cual esta es una oportunidad para empresas e incluso universidades, para que con una visión moderna planteen soluciones a la medida de los problemas actuales del sector del agua y saneamiento.”
¿Es entonces el momento actual una oportunidad para acortar brecha o considera que va a contribuir a acrecentar las diferencias que existen?
Creo que estamos reduciendo la brecha poco a poco. Se está invirtiendo cantidades enormes de dinero en agua y saneamiento en estos últimos 5 años.
Hay proyectos de iniciativa privada (APP), proyectos de obras por impuestos, proyectos de inversión pública. Sin embargo, aunque se están llevando a cabo estos esfuerzos, aún consideran un enfoque tradicional. Es necesario apostar por la tecnología y la innovación, por lo cual esta es una oportunidad para empresas e incluso universidades, para que con una visión moderna planteen soluciones a la medida de los problemas actuales del sector del agua y saneamiento.
¿Cómo crees que se debe articular el aspecto político, social y el científico/ técnico para garantizar un adecuado funcionamiento de los servicios para beneficiar a la población?
Desde el aspecto social, tenemos el problema de las empresas de saneamiento en varias partes del Perú que no se pueden solventar por sí solas, es decir están quebradas. ¿Por qué sucede esto? La gente no quiere pagar la tarifa de agua y esto únicamente se resuelve con educación. Existen actualmente proyectos de agua y saneamiento que tienen un presupuesto asignado a educación, capacitación y concientización pero que al final no hacen mucho al respecto. La educación se debería abordar desde las escuelas, universidades, medios de comunicación, difusión en eventos y otros.
Para el aspecto científico/ técnico, hay esfuerzos e ideas para articular universidades con empresas, pero es un trabajo complicado. Se realizan investigaciones a nivel de universidad, pero no aterrizan en soluciones claras y rentables para la empresa considerando su fin lucrativo. Más allá de la rentabilidad para empresas, las investigaciones además deben apuntar a solucionar problemas sociales considerando los desafíos pendientes que tenemos como país. Sin embargo, seguimos pensando de forma convencional cuando deberíamos comenzar a buscar y desarrollar propuestas innovadoras. Todo lo mencionado son algunos de los motivos que me impulsan a compartir información por internet a través de redes sociales como Dr. Agua porque quiero formar una masa crítica de estudiantes y profesionales que estén motivados para que puedan dar el siguiente paso que es realizar innovaciones, investigaciones, proyectos.
Y el aspecto político es el marco para llevar a cabo la tarea de articular, que, aunque es difícil, si se tiene claro hacia donde se apunta, se puede lograr.
¿Cuál debería ser el papel del Estado para garantizar que se mantenga segura y asequible al agua?
Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el acceso al agua es un derecho humano que incluso queda escrito en la Constitución peruana. Sin embargo, no hay un control por ejemplo a las cisternas que venden agua potable insegura a precios elevadísimos. Creo que es importante hacer hincapié en una política de Estado aterrizada a la realidad que no solo sirva para apagar incendios, sino que aborde problemas más estructurales como la educación. Y en este último hay que reconocer que la comprensión sobre el agua viene desde la educación, desde como aprendemos a ahorrar el agua de niños, cómo cuidarla, qué consideraciones debemos tener en su uso, etc.
Para garantizar que el agua se mantenga segura, desde el Estado también se debe articular adecuadamente a las empresas de saneamiento, gobiernos regionales y municipalidades, con la finalidad de que no quiebren y mantengan siempre el servicio de calidad óptimo. Los monitoreos también son otro aspecto relevante y deben ser coordinados permanentemente.
¿Los investigadores en nuestro país deben tener, o tienen, un rol protagonista en torno a evaluar estas posibles interacciones entre COVID-19, el agua y cualquier otro tema relacionado?
Definitivamente. Los investigadores deben desarrollar proyectos sobre temas como: ¿cuánto sobrevive el virus en el agua potable sin cloro o con cloro? ¿cuánto sobrevive el virus en agua residual? ¿cuánto sobrevive el virus en piscinas?
“Creo que hay un campo de investigación bastante interesante por abordar y que en otras partes del mundo lo están haciendo [sobre el agua y saneamiento en el contexto COVID-19]. Ahora tenemos que comenzar nosotros.”
Proyectándonos hacia un futuro ¿Cuáles son tus perspectivas de lo que sobre el agua y saneamiento en un escenario post pandemia?
Considero que esta pandemia nos está enseñando mucho: Primero, que tenemos déficit en hospitales y un sistema de salud por mejorar. Y segundo, que el tema del agua es vital para combatir cualquier tipo de pandemia por lo que se debe tomar acción para que el agua sea segura.
También se deben mejorar los sistemas de vigilancia en calidad de agua potable, aun sin pandemia, teniendo la certeza de que el agua esté correctamente tratada. La vigilancia de la calidad de agua potable debe ser prioridad ahora y a futuro y debería concretarse cuanto antes. Se pueden incluir en esta labor sistemas de control en tiempo real en el escenario post pandemia.
¿Qué reformas o cambios estructurales respecto a esta materia considerarías prioritarios?
Primero, se debe destrabar muchos proyectos de agua y saneamiento. Te comento algo interesante: muchas de las empresas privadas que invierten en obras por impuestos han tomado como política interna no desarrollar proyectos de agua y saneamiento. Pero ¿por qué sucedió esto? Pues de todos los proyectos por impuestos como colegios, carreteras, obras, los de agua y desagüe eran siempre los más problemáticos por demorar más tiempo y porque tenían problemas sociales complejos. Y ya sabemos que lo que buscan es hacer obras a cambio de disminución de impuestos. Pero la burocracia, permisos, requisitos y muchas complicaciones en el tema de agua y saneamiento han frenado los proyectos. He participado en algunos y he visto que llevan 10 años y todavía no se resuelven, no se terminan o están en juicio.
Otro punto es que se debe incentivar la inversión privada. Los proyectos de APP se deben impulsar en el sector del agua potable y agua residual. Además, es importante que desde el ámbito educativo se aborde estos temas independientemente de la orientación profesional. Se debe incluir en las mallas curriculares en diversos niveles: primario, secundario y universidad. El fin es formar nuevos profesionales que puedan llegar a aterrizar soluciones innovadoras para nuestra realidad.
¿Cuál es tu reflexión final?
A todos los lectores de SCIENTIA: el sector agua los necesita. Requerimos nuevos profesionales con nueva visión y ganas de comerse el mundo. Los jóvenes tienen un camino interesante para poder desarrollarse en este ámbito, independientemente de su especialidad. Además, tenemos mucho por investigar: agua potable, aguas residuales industriales o domésticas, aprovechamiento de los recursos del agua, etc. Hoy en día por ejemplo puedo obtener recursos valiosos del agua residual como energía, abonos, nutrientes, gases y más, que nos introducen incluso al tema de la economía circular. Considero que los estudiantes en formación tienen una misión importante en liderar nuevos proyectos, con una visión distinta y moderna, acorde a los avances tecnológicos.
Finalmente agradezco la oportunidad por la entrevista y espero poder haber aportado a todos los lectores. ¡Espero verlos pronto!
Entrevista : Carla Valeria Moreno Jara